A principios de esta semana, uno de nuestros diseñadores visuales en Shanghai compartió un archivo JPG que representa el icono de Apple Inc. y su construcción utilizando círculos y matemáticas aparentemente complicadas. Un chino nativo, se preguntó si el ícono occidental tenía que diseñarse tan precalentado para ser considerado como «buen diseño».
Durante nuestras conversaciones, relaté este principio de diseño a la práctica china establecida de Feng Shui. A pesar de su percepción en Occidente, Feng Shui no involucra la mitología. Tal vez debido a la manera en que se habla y se presentó, el Feng Shui a menudo se cepilla a un lado como supersticioso HOO-HA. Sin embargo, en el núcleo, Feng Shui es un enfoque de la energía, no una expresión de la religión. Feng Shui, referido como «Qi», se puede describir como la energía que rodea todo en el mundo. Para Occidente, esto se reconoce como energía electromagnética o energía magnética gravitacional.
Mientras que muchos occidentales creen que el Feng Shui solo se basa en la filosofía mística asiática, de hecho se basa mucho más en la ciencia.
La verdadera aplicación de Feng Shui es un estudio académico, sin impedimento por cualquier superstición. A pesar de su representación, el Feng Shui no tiene nada que ver con las puertas frontales rojas o las características del agua.
Feng Shui es, literalmente, la capacidad de detectar y corregir los desequilibrios en el flujo de energías a través de la observación y los cálculos repetibles, así como la implementación de metodologías de honor a tiempo. Por la proporción de artefactos naturales y artificiales, Feng Shui crea un ambiente equilibrado que permite que la energía natural alcance su máximo potencial.
El flujo ideal es fuerte donde tiene que ser, y suave o lento donde pueda ser. Ese flujo nunca es una línea recta que tiene que cubrir la distancia más corta, sino más bien»ondas» o arremolinales más proporcionadas y incrementales. Feng Shui es un sistema de fallos de referencia que mide la calidad de la armonía.Nada de esto es poco común o incluso nuevo para las culturas occidentales.
Donde Feng Shui es un enfoque oriental para la armonía y el equilibrio, el Oeste aplica un enfoque matemático y numérico para medir lo mismo. La proporción de oro es uno de los preceptos que comparte principios y objetivos similares como Feng Shui.
La relación dorada se describe numéricamente como 1:62. Los números de Fibonacci son un componente clave para esta relación. Todos los lectores de códigos de Vinci pueden recordar que el secreto del genio de Da Vinci fue su capacidad para aplicar la proporción de oro en la composición y la simetría dentro de sus obras. Da Vinci aplicó esta regla para dar forma a la perfección.
¿Te descarté eso? Todas las disculpas si lo hiciera, pero hay más que pinturas famosas y libros más vendidos. Esta relación está a nuestro alrededor. Los números de Fibonacci se pueden rastrear en toda la naturaleza, desde la ramificación en árboles, hasta las disposiciones de las hojas en las plantas, a las escalas de una piña e incluso las curvas de las olas. La secuencia es aplicable al crecimiento de cada ser vivo, incluida una sola célula, un grano de trigo, incluso ADN humano. Diablos, incluso los huesos en los dedos se proporcionan aproximadamente a la escala 1:62.
Debido a que el número y la relación siguen apareciendo en todas partes, los humanos han evolucionado con una pre-disposición para sentir la comodidad y la belleza natural en objetos que reflejan la proporción. Lo hemos aplicado en arquitectura y arte, así como en composiciones de música e incluso software de reconocimiento facial. Sabemos la mayoría de los ejemplos famosos, como las pirámides egipcios o la Cruz cristiana, pero también los objetos mundanos todos los días también tienen este principio. Sus tarjetas de crédito, por ejemplo, son los rectángulos de proporción de oro perfectos.
Entonces, mientras que el resultado de una proporción de oro, el diseño proporcionado es tener un atractivo mejorado y una energía atractiva, el principio básico de Feng Shui es que todo está conectado energéticamente, y su propósito es ayudar a crear energías equilibradas y armoniosas. Veo que ambos compartiendo los mismos objetivos, ya sea que sea numérico y lineal (la relación dorada), y la otra es más lúcida y espacial. Ambos son resultados creativos que resuenan y vinculan con nuestro bienestar emocional. Decir que ambos son uno y lo mismo sería simplificarlo en exceso, pero hay fundamentos comunes más allá de un deseo humano de formular un éxito medible.
De vuelta a este símbolo memorable, el icono de Apple. El JPG demuestra cómo el icono se adapta a las reglas de composición de la proporción de oro, y pocos de nosotros desafiaríamos que esta marca tiene «algo que se va por sí mismo». También argumentaría que contiene una cierta energía positiva y carismática, lo que equivale a un buen feng shui.
Esto plantea la siguiente pregunta: ¿hay marcas que lo hagan bien, o no lo hacen, debido a su Feng Shui?
Autor: Mario van der Meulen